Nos infravaloramos. Todos. Nos infravaloramos terriblemente.


Nos cuesta darnos cuenta, pero podemos odiar muchísimo más de lo que nunca creímos.












Hay muy pocas cosas ahora mismo que no me den asco.

Cuando sientas que es demasiado tarde, ven. Ven a buscarme y haré retroceder, para ti, las agujas del reloj.
Te prometeré cosas imposibles  que, aunque no creas, cumpliré.
Te diré que puedo congelar el tiempo, y tú te enfadarás.
"¡Mentirosa!"
Pero no miento.


Qué es parar el tiempo si no dar muerte.

Hace años, cuando era más joven, más inocua, me empeñaba en escribir cosas bonitas.
Con el tiempo me he dado cuenta de que yo no valgo para escribir cosas bonitas;


Yo solo puedo escribir verdades.

Es como... despertarte por la mañana junto a alguien a quien no quieres.


Decepcionante.

Y por fin por primera vez, seguro de sus palabras y de sus sentimientos, le miró a los ojos desde el otro lado de la carretera y le gritó: "Me enamoré de la persona que creí que eras, no de la persona que en realidad eres. Adiós."