domingo, 31 de julio de 2011







En México los niños piden solos por la calle, sin nadie mayor cuidando que ningún auto les atropelle o que nadie les haga daño. En México los niños venden baratijas, hacen volteretas en los pasos de peatones o te miran con carita de hambre para conseguir algunos pesos.
Hoy un nene me pidió dinero. Sin siquiera pararse, como si lo diese por perdido, siguió de largo.
Tenía guardada una dona a la que apenas había dado unos mordiscos así que se la ofrecí. Dijo gracias y tras mirarme fugazmente a los ojos, como con vergüenza, se fue.
No sonrió. Siguió pidiendo a otras personas en el bar. Le miré casi todo el rato. Él me devolvió algunas miradas.
En ningún momento le vi sonreír. Ni siquiera hizo nunca un amago.


Si no sonríe siendo niño, ¿cuándo va a sonreír?


Nadie le va a devolver a este chamaco las sonrisas que le robaron.









martes, 19 de julio de 2011







Es irónico, siempre he conseguido lo que he querido pero nunca de la forma en que he querido.


Empiezo a preguntarme si muchas cosas de las que he hecho han valido la pena.


Me quedo con lo que me da la gana y, lo demás, a la mierda.