miércoles, 29 de diciembre de 2010

domingo, 26 de diciembre de 2010

Me dijo que iba a aprender a nadar. Y yo, como no podía ser de otra manera, le creí. 
Una vez más.

sábado, 25 de diciembre de 2010

Hay una niña riéndose a lo lejos. Las nubes están densas, y aún así se cuelan entre las rendijas de mi persiana algunos rayos de sol. 


Tengo un dolor agudo en el pecho, como si me hubiesen extirpado ese órgano que mueve la sangre de un lado a otro y que algunos llaman corazón.


El olor de la cocina me provoca arcadas. Encima de la mesa, al lado de mis manos, hay envases de medicamentos vacíos, un termómetro y un libro de Borges, casi sin empezar.


La cama está deshecha. Entre las sábanas se adivina la oreja de un peluche y la almohada está cruzada, como si alguien hubiese estado antes abrazado a ella.


Hay una niña riéndose a lo lejos. Las nubes están densas.


Creo que voy a vomitar.



viernes, 24 de diciembre de 2010